SEÑALES DEL CIELO 3

 SEÑALES DEL CIELO  3

(MILAGROS)

Sí alguien muere, ya no es posible hacer nada por ése alguien, hasta lo afirma el dicho popular:

TODO TIENE REMEDIO,
EXCEPTO LA MUERTE.

Escuchar o saber de una persona que murió y que por la intervención de "otra persona" volvió a la vida, nos resulta imposible que suceda.

En nuestros LIBROS SAGRADOS se dice que ese imposible, si es posible y Jesús Cristo lo hizo.


Revivir muertos.

• Revivió a una niña de doce años de edad, hija de Jairo (Mr. 5,38-43, Lc. 8,49-56): Con un detalle, Jesús manifiesta a los presentes que la niña no está muerta, sino sólo dormida (¿catatónica?)..... podemos interpretarlo literalmente, pero, también simbólicamente.

• Revivió al hijo de la viuda de Naín (Lc. 7,11.17): Jesús se compadeció de la viuda al verla llorar, tocó el féretro en el que llevaban al muchacho y le ordenó que se levantara.

• Revivió a Lázaro de Betania, hermano de María y Marta (Jn. 11,38-44): De quien "dijeron" que ya llevaba cuatro días muerto (número simbólico) y ya estaba sepultado en una cueva.


COMENTARIO INOCUO
Hubiera sido una gran oportunidad qué los Evangelistas preguntaran a alguno de los "personajes" su experiencia, tanto de morir cómo de regresar a ésta vida finita, pero, a ninguno le pareció importante saber ó indagar sobre ambas experiencias.


REITERANDO
Aún cuando no se menciona, estos tres personajes, después de haber regresado a esta vida finita, murieron, porque el destino de toda la humanidad es MORIR.


LA RESURRECCIÓN DE JESÚS


La Resurrección de Jesús (Mt. 28,1-10, Mr. 16,1-8, Lc. 2,1-12), es considerada una Señal del Cielo Única, un Milagro Portentoso.

La resurrección de Jesús, propia y adecuadamente calificada como tal, MURIÓ A ESTA VIDA FINITA Y RESUCITÓ A UNA NUEVA VIDA, LA VIDA ETERNA, y cuando se manifestó a sus Apóstoles, ya no fue el mismo Jesús mortal, todo indica que su apariencia corporal fue diferente, basados en la dificultad que tuvieron todos ellos en RECONOCERLO.


Para el Cristianismo LA RESURRECCIÓN DE JESÚS CRISTO representa el triunfo definitivo sobre la muerte, pues "una vez resucitado de entre los muertos", ya no muere más; desde ahora la muerte ya no tiene poder sobre él. (Romanos 6,9).

Para nosotros, creyentes cristianos, la resurrección de Jesús es la que define su Divinidad.... Si Jesús Cristo no RESUCITÓ; vana es nuestra FE, aseguró Saulo de Tarso.


Es oportuno hacer mención qué todo cuanto se narra en el contenido de nuestros LIBROS SAGRADOS, está sujeto a CREDIBILIDAD primeramente, y después a INTERPRETACIÓN.

Nadie de nosotros, "creyentes" del pasado, del presente y del devenir del tiempo, podemos asegurar si la RESURRECCIÓN DE JESÚS fue Real o todo lo contrario; porque para nosotros, a la distancia de tiempo y espacio, se trata de una vivencia ó experiencia de FE, y siendo "eso", todo queda en APRECIACIÓN PERSONAL.



AMBIENTE E INTERPRETACIÓN


CONTEXTO CULTURAL

En la época de Jesús y aún mucho antes, se creía de forma generalizada en los milagros.

Aún en otras regiones y poblaciones fuera de Tierra Prometida, donde Dioses y semidioses como Hércules, Asclepio (médico griego que consideraban un dios) e Isis de Egipto, de todos ellos se decía que habían sanado a los enfermos y vencido a la muerte, ya que habían reanimado ó revivido a algunas personas que habían "muerto".

Había quiénes pensaban que los hombres mortales, si eran suficientemente famosos y virtuosos, podían hacer lo mismo.

Había mitos sobre filósofos cómo Pitágoras y Empédocles que calmaban las tormentas en el mar, ahuyentaban las pestes y eran recibidos como dioses, y de forma similar algunos judíos creían que Eliseo el profeta había curado a los leprosos y restaurado a la vida a algunos muertos.

Independientemente de que nosotros, creyentes cristianos, no aceptamos que "otros" personajes fuera de Jesús Cristo pudieran realizar milagros ó señales del Cielo; para otros creyentes de cualquier otra religión sí lo pudieron aceptar y creer.

Para Dios, todo es posible, sin importar credo o religión ajena a la nuestra.

Los logros de Apolonio de Tiana en el siglo I, aunque ocurrieron después de la muerte de Jesús, fueron utilizados por algunos oponentes del cristianismo del siglo II y III para argumentar que Jesús Cristo no era ni original ni divino.

Siempre habrá opiniones favorables y no favorables, tratándose de lo que SE CREE Y LO QUE NO SE CREE.

Los Evangelios se escribieron en un ambiente de credibilidad en los "milagros", tanto para el pueblo de Israel como para pueblos gentiles ó paganos.

En los Evangelios encontramos otros acontecimientos maravillosos que también se les considera como signos y señales, no siempre destacados y destacables por nosotros, creyentes cristianos, por ejemplo:

Lo humanamente cansado y agotado que se encontraba Jesús cuando se desató la tormenta en el mar de Galilea y qué a pesar de lo estruendoso del acontecimiento PERMANECIÓ PROFUNDAMENTE DORMIDO.

Mucho se destaca de su Divinidad y muy poco de su humanidad.


INTERPRETACIÓN CRISTIANA TRADICIONAL

Muchos cristianos creen que los milagros de Jesús fueron acontecimientos históricos reales y que sus obras milagrosas fueron una parte importante de su vida, que atestiguan la doble naturaleza de Jesús, como Dios y como Hombre.

Bajo ese criterio se atribuyen las experiencias de hambre, cansancio y muerte como evidencias de su humanidad, y los milagros como evidencias de su divinidad.

Los autores de los Evangelios, ven los milagros de Jesús no solamente como meros actos del poder y omnipotencia Divina, sino como obras de misericordia y compasión realizadas para mostrar el Amor de Dios por la humanidad pecadora, imperfecta y sufriente.

Cada milagro implica enseñanzas específicas, cómo lo asegura el autor del Evangelio según Juan (Jn 20,30) es imposible narrar todo cuanto Jesús dijo e hizo.

Los estudios y estudiosos bíblicos afirman que los milagros narrados en los Evangelios tienen una doble razón: primero por la manifestación de la gloria de Dios, y luego su valor como prueba, que Jesús es Dios hecho hombre.

El Evangelio según Juan, declara que el propio Jesús Cristo dice:

Porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
(Jn 5,36)

Los milagros fueron tan solo un medio para que el mensaje de Jesús fuese escuchado y valorado, por ejemplo: En la sanación de los diez leprosos (Lc 17,19) Jesús no dijo al que regresó agradecido: "Mi poder os ha salvado", sino que dijo:

Levántate y vete; tu fe te ha salvado.


Del mismo modo, en el milagro cuando Jesús camina sobre el agua, le conmina al Apóstol Simón Pedro a hacer lo mismo y éste lo hace, y aprende una importante lección (y nosotros), en el sentido de que, camino sobre el agua un gran trecho y al flaquear su fe (darse cuenta de lo que está sucediendo a su alrededor), comienza a hundirse, y le suplica a Jesús: ¡ Señor, Sálvame ! (Mt 14,34-36)

Los autores cristianos (se omiten nombres, nacionalidades y denominaciones cristianas a las que pertenecen para no abundar en datos por demás innecesarios) han discutido y discurrido ampliamente los milagros de Jesús y han asignado motivos específicos a cada milagro, por ejemplo:

Sugieren que el milagro de caminar sobre el agua se centró en la relación de Jesús con sus apóstoles, más que en su peligro o en el milagro mismo, se destaca fue realizado por Jesús para enseñar a los apóstoles que teniendo FE, se logra lo que consideramos imposible: Caminar sobre el agua.

Para la mujer que padecia el flujo de sangre, es innegable que en la vida existen situaciones repetidas y desesperadas, seguramente ya había presenciado ella alguna de la sanaciones que Jesús realizó y tomó la decisión de tocar la orla del vestido de Jesús y logró la sanación que necesitaba, por lo que Jesús le dice:

"TU FE TE HA SANADO"

Tenemos libertad de decisión, libertad de creer o no creer el contenido de nuestros LIBROS SAGRADOS.

LOS MILAGROS SON UN RETO
A NUESTRA INTELIGENCIA.

Si creemos en la posibilidad de que ocurrieron tal y cómo los leemos, o si solamente los consideramos cómo LO QUE DICEN OTROS QUE SUCEDIÓ, no dejan de ser un RETO.



¡¡ DIOS ES DIOS !!



José Jaime González Martínez