APOCALIPSIS / REVELACIÓN
APOCALIPSIS, EL LIBRO
EL MENOS LEIDO, EL MÁS TEMIDO,
MAL INTERPRETADO, MAL ENTENDIDO
Para el Cristianismo Universal (todas las denominaciones cristianas existentes), es el libro cuyo contenido es UN MISTERIO, a pesar que el título lo define: APOCALIPSIS significa REVELACIÓN.
El gran detalle es que la mayoría de lectores del pasado y del presente olvidamos ó ignoramos, que originalmente fue escrito en idioma griego y precisamente el título NO SE TRADUJO al español (en el caso de los Hispanohablantes), permanece en griego y no entendemos lo que significa APOCALIPSIS.
Como verbo, deriva del prefijo ἀπο- (apó-) qué significa, a partir de y el verbo καλύπτειν (kalýptein) que significa, mantener cubierto u oculto.
Cómo término, apocalipsis proviene de ἀποκάλυψις, ἀποκάλυψεως (apokálypsis, apokálypseos) cuyo significado es, la acción de develar, descubrir, revelar.
Del idioma griego pasó al idioma latín como apocalypsis, dando a entender el concepto de quitar ó retirar el velo que oculta algo, de manera que significa develar ó revelar.
Todo el contenido del libro gira alrededor de una esperanza:
¡EL REGRESO DE JESÚS CRISTO!
Como un asunto de urgencia, porque no existe un tema más importante para el Cristianismo que la esperanza de la Segunda Venida de Jesús Cristo.
¿CUÁNDO REGRESARÁ?
Todos los creyentes de Jesús Cristo de aquellos momentos históricos de su resurrección y ascensión al Reino de los Cielos y que lo reconocieron y aceptaron cómo EL MESÍAS = EL KHRISTOS = EL UNGIDO DE DIOS PARA SER REY Y SEÑOR DE QUIÉN LO ACEPTA COMO TAL, pensaron y creyeron que su regreso sería INMEDIATO.
Saulo de Tarso en sus cartas expresa con vehemencia que él estaría presente al momento de su regreso y sería testigo del gran acontecimiento: Ver la instauración de la Jerusalén Celestial.
Sin embargo, todos los Apóstoles y primeros creyentes murieron, y no regresó.
La segunda generación de creyentes murieron, y no regresó.
La tercera generación de creyentes murieron, y no regresó.
El paso del tiempo, dio a conocer qué NO SE PUEDE SABER CON CERTEZA EL MOMENTO DE SU REGRESO.
Éste libro de LA REVELACIÓN (APOCALIPSIS) por deducción, da a conocer las señales de el tiempo DEL REGRESO DE JESÚS CRISTO.
Lo importante es estar atentos y saber interpretarlas.
El autor, cómo buen Israelita, hace uso de figuras y símbolos, que por lo general desconocemos quienes no tenemos esa cultura y tradición de saber conocerlos, reconocerlos e interpretarlos y además, cómo se mencionan catástrofes de la naturaleza, solemos interpretarlas tal como se mencionan.... CATÁSTROFES.
Ese es el principal motivo y razón de ser el libro MENOS LEIDO, MÁS TEMIDO,
MAL INTERPRETADO, MAL ENTENDIDO.
DATOS DE CULTURA BÍBLICA
El autor se hace llamar Juan, sin aportar más datos particulares de su vida, para poder IDENTIFICARLO.
Por "tradición" de los primeros líderes religiosos, dieron por hecho que Juan, era el Apóstol que Jesús llamó junto con su hermano Santiago, conocidos como hijos del trueno, un sobrenombre o apodo que da a suponer que tenían mal carácter.
Ahora se sabe que el autor de este libro se trata de otro Juan, con otras características que se descubren a través del contenido de su lenguaje y manera de escribir.
EL NOMBRE ES IMPORTANTE:
JUAN. Del hebreo יוֹחָנָן (Yoħanan) qué significa EL FIEL DE DIOS, en griego es Ἰωάννης (Iōánnēs), en latín Iohannes y en castellano es Juan.
EL FIEL DE DIOS.
Se trata de un Israelita de la deportación, educado en el Judaísmo, conocedor del uso de figuras y símbolos, con su consiguiente significado.
Éste Juan, EL FIEL DE DIOS reconoció a Jesús de Nazareth como EL MESIAS ANUNCIADO POR LOS NABI/PROFETAS.
Y según su testimonio, el propio Jesús Cristo Resucitado le concede ésta REVELACIÓN para darla a conocer a la posteridad.
Y realmente no tiene importancia si es o no es el Apóstol Juan, lo importante radica en lo que da a conocer.
APOCALIPSIS 1
(Da inicio con el prólogo a mano de los discípulos del autor de éste libro)
1 Revelación de Jesus Cristo; se la concedió Dios (a Juan) para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió (Dios) a su Malaki/Angel (mensajero) para dársela a conocer a su siervo Juan,
2 el cual ha atestiguado la Palabra de Dios y el testimonio de Jesus Cristo: todo lo que vio.
3 Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía (el anuncio por parte de Dios) y guarden (practiquen) lo escrito en ella, porque el Tiempo está cerca.
(Aquí da comienzo la revelación)
4 Juan, a las siete Iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de «Aquel que es, que era y que va a venir», de parte de los siete Espíritus que están ante su trono, (simbolismo)
5 y de parte de Jesus Cristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados (las estupideces que cometemos varones y mujeres de todo tiempo y lugar)
6 y ha hecho de nosotros un Reino de Sacerdotes (siervos dedicados) para su Dios y Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
7 Mirad, viene acompañado de nubes (simbolismo): todo ojo le verá, hasta los que le traspasaron (lo mataron), y por él harán duelo todas las razas de la tierra. Sí. Amén.
8 Yo soy el Alfa y la Omega (la primera y última letra del abecedario griego) dice el Señor Dios, «Aquel que es, que era y que va a venir», el Todopoderoso.
9 Yo, Juan, vuestro hermano y compañero de la tribulación (persecución) del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús.
10 Caí en éxtasis (trance de oración) el día del Señor (primer día de la semana, que llamamos Domingo), y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta (es su apreciación), que decía:
11 «Lo que veas, escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea (número simbólico) ».
12 Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro (simbolismo),
13 y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro (símbolo).
14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego ;
15 sus pies parecían de metal precioso acrisolado en el horno; su voz como voz de grandes aguas.
16 Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
17 Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí diciendo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo,
18 el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades (todos símbolos).
19 Escribe, pues, lo que has visto: lo que ya es y lo que va a suceder más tarde.
20 La explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro es ésta: las siete estrellas son los Angeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias.
¿QUEDÓ CLARAMENTE ENTENDIDO?
No verdad, no queda claramente entendido.
Y así sucede con todo el contenido de la REVELACIÓN.... No queda claramente entendido.
¿CUANDO SUCEDERÁ LO ANUNCIADO?
SÓLO DIOS SABE
¿QUÉ SE NECESITA PARA ENTENDER?
Leer, analizar, pensar, razonar, meditar, educarse en la Fe y ante todo, ESTABLECER UNA RELACIÓN PERSONAL CON DIOS EN LA ORACIÓN.
La REVELACIÓN culmina con una expresión muy ilustrativa:
¡¡ MARANATHA !!
¡¡ MARANA THA !!
¡¡ MARAN ATHA !!
1. MARANATHA, en arameo: מרנאתא
2. MARANA THA, en griego koiné: Μαρανα θα,
3. MARAN ATHA, en griego clásico: Μαραν αθα
Ésta expresión aparece solamente una vez en la Biblia. Fue empleada por Pablo de Tarso al final de la Primera epístola a los Corintios cuando advierte: “El que no ame al Señor Jesus cristo, sea anatema (maldito). ¡Maranatha! (el Señor viene)” (1 Corintios, 16, 22).
Maranatha, el término en sí, ha dado pie a distintas interpretaciones. En el contexto en que es utilizada por Pablo, por ejemplo, puede entenderse como un aviso para los infieles ó como una afirmación de la esperanza en el retorno de Cristo.
En el Nuevo Testamento encontramos pasajes que aluden al inminente regreso de Jesús Cristo a la Tierra.
En Filipenses, por ejemplo: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca” (Fil 4, 5).
En Santiago: “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” (St 5, 8).
Incluso, en el propio libro llamado Apocalipsis, Jesus Cristo lo confirma prometiendo su regreso: “Ciertamente, vengo en breve”. Amén (Ap 22, 20 a).
«EL SEÑOR VIENE ».
Y que corresponde a la esperanza cristiana:
¡ VEN SENOR, JESÚS ! (Ap 22, 20 b).
Y termina con esta otra expresión:
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. ¡Amén! (Ap 22, 21).
¡¡ DIOS ES DIOS !!
José Jaime González Martínez
Comentarios
Publicar un comentario